En Bricking nos encargamos de todo, para que el inversor no tenga que preocuparse de nada.
Empezamos buscando los pisos idóneos, negociamos con los vendedores, realizamos una completa revisión arquitectónica y legal del inmueble para evitar sorpresas, y ejecutamos todo el proceso de compra: reserva y señalización, notaría, registro y pago de impuestos. También ayudamos a articular la financiación bancaria si el inversor la quiere.
Después de comprados los pisos, los aseguramos, se domicilia la comunidad, y elegimos los mejores suministros de luz, gas, etc.
El siguiente paso es realizar la reforma que cada piso necesita. Elegimos, contratamos y supervisamos las obras de principio a fin.
Posteriormente gestionamos los alquileres de forma integral: seleccionamos cuidadosamente al inquilino, firmamos un buen contrato que protege al propietario, depositamos la fianza, gestionamos los cobros, actualizamos las rentas, y resolvemos cualquier incidencia que ocurra con el alquiler.
También nos ocupamos de que el inmueble esté perfectamente mantenido y conservado, realizando las actualizaciones que sean necesarias, especialmente cuando hay cambio de inquilino.
Finalmente, transcurrido el período de inversión de 7 años, ayudamos a los inversores que quieren vender los pisos a recuperar su liquidez.
Bricking acuerda con cada inversor un objetivo de rentabilidad, y sólo ofrece pisos donde puede obtenerse la misma desde el primer contrato de alquiler. No podemos garantizar tasas de rentabilidad aseguradas para todo el ciclo de la inversión, pero toda nuestra estrategia está pensada para minimizar los riesgos que asume el inversor.
Son pequeños pisos en Madrid, dentro del anillo M40, situados en zonas que ofrecen potencial de revalorización, bien comunicados por transporte público, que necesitan ser más o menos actualizados, siempre exteriores y luminosos, que no sean bajos ni plantas muy altas cuando no hay ascensor, con edificios bien mantenidos y con bajas cuotas de comunidad.
Estos pisos tienen mucha demanda en alquiler, y por su tipología permiten alcanzar la rentabilidad objetivo marcada por el inversor.
Las reformas Bricking son inteligentes y expertas. Cada piso tiene la reforma que necesita para convertirlo en una vivienda acogedora y muy atractiva, que atraiga a los inquilinos que queremos.
En Bricking nos encargamos de diseñar las reformas al detalle, contratando a la empresa adecuada, y realizando un seguimiento total de las obras hasta su finalización en el plazo más corto posible. Para ello contamos con un libro de estilo, y un equipo de arquitectos que sabe hacer reformas duraderas, funcionales, atractivas y eficientes energéticamente, para que los pisos Bricking tengan los mínimos gastos de conservación.
Nuestras reformas están pensadas para el alquiler y crean un valor inmediato en los inmuebles, convirtiéndolos en los mejores pisos de su categoría en cada barrio.
Cualquiera que haya alquilado inmuebles lo sabe. Un buen inquilino que cumpla con el contrato y pague todos los meses es esencial para conseguir el objetivo de rentabilidad que nos proponemos desde Bricking.
Para conseguirlo hacemos una exigente selección de nuestros inquilinos, porque nuestros pisos tienen mucha demanda, y podemos elegir.
También pensamos que “un buen casero hace a un buen inquilino”, y por ello nuestros alquileres son diferenciales en cuanto a servicio y calidad, ya que resolvemos cualquier problema que aparezca y damos servicio de limpieza semestral gratuito para el inquilino.
Y si a pesar de todo el inquilino incumple, nuestros abogados saben cómo actuar desde el minuto uno.
Creemos que sí, y nos lo demuestra que lo mismo que hacemos desde Bricking lo están haciendo los grandes capitales nacionales e internacionales en España activamente desde 2015, invirtiendo miles de millones de euros cada año, y con cifras récord en estos últimos años. Se conoce como BTR (Build To Rent).
Porque el parque de viviendas es obsoleto y antiguo, y hay una fuerte demanda estructural de alquiler insatisfecha, queriendo acceder a viviendas económicas, en buen estado, y prácticas en términos de distribución y uso posterior.
No creemos que haya ninguna burbuja inmobiliaria en Madrid atendiendo a la presión de la demanda y la poca oferta de pisos como los que ofrece Bricking.
Madrid es una ciudad que atrae mucha población, ha recibido entre 40.000 y 60.000 personas anualmente en los últimos 10 años, y se esperan ratios similares para los próximos 10-15 años. Muchos de los nuevos habitantes de la ciudad son jóvenes bien formados que encuentran en Madrid empleos de calidad, y que no disponen de viviendas asequibles y de calidad.
No cabe duda de que el centro de Madrid no puede crecer, y la demanda de vivienda de calidad va a ser constante.
Cualquier inversor se puede apuntar a Bricking sin ningún compromiso. Bricking va proponiendo día a día diferentes alternativas de inversión (lo que llamamos pisos elegibles en términos de rentabilidad esperada), y a partir de ahí cada inversor puede escoger invertir en los pisos que más le gusten.
Cada piso se compra e inscribe a nombre de cada inversor. Es lo más sencillo.
Para elegir la forma de invertir en los pisos, ayudamos a cada inversor a decidir cómo invertir (si de manera directa, a través de un vehículo o una sociedad, preexistente o de nueva creación, con o sin financiación, etc.). Todo esto se analiza desde Bricking en cada caso particular desde el punto de vista personal, familiar y fiscal-tributario, para que cada inversor haga lo mejor para sus intereses.
Bricking es una estrategia conservadora para quienes estén preocupados por los vaivenes de los mercados financieros y quieran preservar una parte de sus ahorros en el medio y largo plazo.
A nuestros inversores tiene que gustarles el mercado inmobiliario de pisos en Madrid, pero son personas que no quieren o no pueden afrontar las complicaciones de la compra, reforma, alquiler, mantenimiento… Por eso acuden a Bricking, donde ofrecemos todos los servicios que necesita el modelo de inversión, para que el inversor no tenga que ocuparse absolutamente de nada.
Bricking tiene una política de precios muy transparente para sus inversores, dividida en tres fases.
En primer lugar, aplicamos una comisión «de arranque» por cada piso que se compra, se reforma y se pone en alquiler.
Después cobramos una comisión mensual por la gestión de los alquileres y la conservación de los inmuebles, durante el periodo de gestión (7 años).
Y finalmente puede existir una comisión de éxito que solo se cobra si al final, si el inversor ha ganado más dinero del inicialmente esperado.
Nos inspiramos en los mejores modelos de capital privado, donde solo ganan los gestores si ganan los inversores, porque pensamos que es la mejor forma de plasmar nuestro compromiso con el cliente y con su inversión a lo largo de todo su ciclo.